Si has llegado hasta aquí, es probable que te estés planteando la idea loca de tener o incluso de hacer tu propia cabaña. Un lugar para la desconexión, un refugio al que escapar del estrés del día a día y reconectar con la vida.
Hoy en día parece que se valoran cada vez más esta idea y, aunque las hay de muchos tipos rápidamente, nos viene a la cabeza la bucólica cabaña de madera. La situación climática actual, la vida agetreada, las pandemias o, simplemente, las ganas de querer vivir de manera sosegada conectando con una forma de vida más sostenible y en contacto con la naturaleza nos lleva a ello, nos lleva a comprenderlo. Y es que la madera suele ser habitualmente parte constitutiva de la cabaña no solo por la lógica propia de un lugar, sino porque además ofrecen atmósferas únicas, resultan bastante económicas, tanto para los que quieren construir, como para quienes desean solo alquilarlas eventualmente.
Profundicemos un poquito más en ellas.
Cabañas de madera
Analicemos algunas razones por las cuales las cabañas de madera resultan una gran opción en muchos sentidos:
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Sostenibilidad:
En primer lugar y tal vez el aspecto más importante dado el compromiso que tenemos con nuestro planeta, es que la madera es un material de construcción renovable, con propiedades bioclimáticas, necesita menos energía para aclimatarla, además en su procesamiento las emisiones contaminantes son mínimas.
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Economía:
Construir una cabaña de madera suele resultar más económico que construirla de otros materiales. Además de poder comprar madera de primera mano en una fábrica, siempre tendremos la opción de reutilizar viejos lotes de madera que se venden por m3 y contribuir a dar una segunda vida a este noble material. Esta segunda opción, quizás sea más costosa en cuanto a tiempo de dedicación porque deberemos analizar su estado, quizás lijarla, tratarla y protegerla antes de utilizarla, pero sin duda será una opción más económica en sí.
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Diseño:
No hay color. Siento si no estás de acuerdo, pero en esta web somos firmes defensores de la estética de la madera. Una cabaña de madera nos gustar por encima de cualquier otra realizada con otro material. La atmosfera que se consigue al entrar en un espacio de madera es de una calidez altamente superior sin duda, además de, tal y como decíamos más arriba, al pensar en una cabaña a nuestra mente rápidamente llega la imagen de esa cabaña primitiva de madera, una similar a la de Hansel y Gretel.
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Bienestar:
Este apartado está vinculado con la esencia del anterior y es que además de que mentalmente respiramos calma y nos relajamos en este tipo de construcción, es una realidad que la madera aporta ciertos beneficios a la salud mental y física de nuestro cuerpo. Además de aportar bienestar por su estética, su tacto, su baja conductividad térmica y capacidad para regular la humedad hace que aumente el confort de los espacios resultando ambientes sanadores.
Construir cabaña de madera
En muchos países como el nuestro predomina el uso del ladrillo y el hormigón, lo que indudablemente responde a nuestra cultura y manera de pensar, no obstante es una realidad que la madera representa costos más accesibles con respecto a los materiales antes mencionados. Las opciones que tenemos en este sentido son varias:
Cabañas de madera prefabricadas
Aquí en España hay empresas que se dedican a la construcción de este tipo de cabañas de madera, se prefabrican y se instalan en jardines que tienen la opción de un espacio adicional, ofreciendo la alternativa de cambiar automáticamente de ambientes; así la ciudad y el campo se ubican en un solo espacio.
Por ejemplo; una cabaña de 20 m2 va desde los 9,000 €, una de 30 m2 puede costar 14,500 €, las cabañas que tienen espacios adicionales como baños y habitaciones, evidentemente aumentan su valor, una cabaña de 43m2 a 45m2 va desde los 21.995 €, y cabañas de 50m2 o más elevan su costo a partir de 32.900 €.
Es un material noble para trabajar y la prefabricación implica ahorro de tiempo. Una casa de madera puede estar lista en unas cuantas semanas, por este motivo el costo será menor y se podrá invertir en otros detalles, claro siempre en función de nuestros deseos, necesidades y presupuesto.
Cabañas de madera construidas a mano
También se tienen las cabañas construidas artesanalmente, este tipo representa un mayor tiempo de construcción, además de que generalmente son también más costosas, debido a los cuidados y al proceso manual de manufactura.
No obstante que la principal ventaja de esta alternativa, es que se puede elaborar justo a la medida y de una forma más personalizada, además de que también es más fácil elaborarla por nuestra propia cuenta.
Factores físicos de las cabañas de madera
Si somos de los que queremos tener nuestra propia casa de campo construida en madera, ahora debemos establecer cual será el uso que se le dará a esa cabaña, tal vez solo deseamos usarla los fines de semana o cada mes, tendremos que conocer entonces un poco sobre funcionalismo climático. Una cabaña de madera, que no se habita frecuentemente se enfriará demasiado y provocará gastos adicionales, por tal motivo es importante darle el justo valor a esos detalles, para evitar gastos sorpresa que evidentemente no queremos hacer.
También hay otro elemento que se debe tomar en cuenta que es la contracción de la madera, lo cual se debe tomar aún más en cuenta entre la fase que se obtienen los troncos y el proceso de construcción, ya que al secarse la madera, puede cambiar sus dimensiones.
Es así que se utilizan métodos de secado para definir de mejor manera la forma de la madera; al aire libre es posible, aunque para acelerar el proceso se puede utilizar también un horno.
En muchos lugares se privilegia la construcción en madera, dado que existe un control en la tala de bosques y por tanto en la reforestación.
Si te estás preguntando que especie de madera es la mejor, en realidad esto tiene que ver más con gustos estéticos, aunque se recomienda considerar preferentemente las especies locales, para generar un ambiente más acorde y un proceso de construcción más sustentable.
Cada región posee sus propios materiales de construcción, los cuales responden a la ubicación y al clima de cada región, generalmente con cualidades especialmente adaptadas a las características de la zona.
La experiencia en cabañas de madera
Pero pensemos que no deseamos construir, simplemente deseamos pasar un fin de semana en una cabaña de madera a las afueras de la ciudad; deseamos entonces alquilar. Actualmente existen también múltiples opciones para este tipo de experiencia, donde el costo de una cabaña dependerá de la cantidad de personas y las características de la misma.
Para aquellos que desean alejarse de la tecnología citadina pero que no lo pueden hacer del todo, es útil saber que muchas cabañas actualmente pueden llegar a ofrecer servicios modernos como wi fi.
Generalmente a este tipo de cabañas en entornos de naturaleza les acompañan los árboles, las fogatas a la luz de las estrellas, el aire fresco y la gran variedad de aromas que en la ciudad ya no se perciben.
Hemos de decir que rentar o construir una cabaña de madera conlleva algo más, de hecho, en una gran mayoría de países, prevalece la idea -a la vez que necesidad- de comulgar con la naturaleza, los seres humanos independientemente de nuestra nacionalidad, buscamos este espacio para aislarnos un poco de aquello que constituye nuestra vida moderna y de la cual debemos escapar de vez en vez.
Quienes ya han vivido la placentera experiencia, no pueden negar el confort y el encanto que provee dormir en una de estas cabañas. En todo el territorio español se pueden rentar y las podemos encontrar generalmente en entre 25€ y 50 €. Algunas están instaladas cerca de algún arroyo, de un lago, o en medio de un bosque, y también se están volviendo tendencia aquellas construidas en árboles, lo cual suma un encanto a lo que de por sí ya es encantador.
Si deseamos construir, hoy en día existen detalladas guías para elaborar tu propia cabaña, aunque si buscas una experiencia rápida y asequible, junta a un grupo de amigos y bríndate la oportunidad de vivir esta gran experiencia, y pasa un fin de semana con amigos o familiares en un entorno más cercano a la naturaleza. Alternativas existen para todos los gustos, bolsillos y deseos.
Historia de la cabaña europea
La construcción con troncos fue descrita por el arquitecto romano Vitruvius Pollio en su tratado arquitectónico De Architectura. Señaló que en el Ponto (actual noreste de Turquía), las viviendas se construían colocando troncos horizontalmente sobrepuestos y rellenando los huecos con «virutas y barro».
Históricamente, la construcción de la cabaña de madera tiene sus raíces en Escandinavia y Europa del Este. Aunque su origen es incierto, las primeras estructuras de troncos probablemente se estaban construyendo en el norte de Europa en la Edad del Bronce (alrededor de 3500 aC). C. A. Weslager describe que los europeos tienen:
«… logrado en la construcción de varias formas de viviendas de troncos, con diferentes métodos de encofrado en las esquinas, y utilizaron troncos redondos y tallados. Su construcción de troncos había pasado por un proceso evolutivo a partir del crudo» pirtti
«… un pequeño hastial cabina de techo de troncos redondos con una abertura en el techo para ventilar el humo, troncos cuadrados más sofisticados con juntas de doble muesca entrelazadas, la madera que se extiende más allá de las esquinas. Saunas de troncos o casas de baño de este tipo todavía se encuentran en las zonas rurales de Finlandia «.
Al apilar los troncos uno encima de otro y superponer los troncos en las esquinas, la gente hizo la «cabaña de troncos». Desarrollaron esquinas entrelazadas haciendo muescas en los troncos en los extremos, dando como resultado estructuras fuertes que eran más fáciles de hacer impermeables insertando musgo u otro material blando en las juntas. Como el bosque de coníferas original se extendía sobre las partes más frías del mundo, había una necesidad primordial de mantener estas cabañas calientes. Las propiedades aislantes de la madera maciza eran una gran ventaja sobre una estructura de madera cubierta con pieles de animales, fieltro, tablas o tejas. A lo largo de las décadas, se desarrollaron uniones cada vez más complejas para garantizar uniones más herméticas entre los troncos, pero los perfiles aún se basaban en gran medida en el tronco redondo.
– C. A. Weslager,
Sin embargo, una cabaña de madera medieval se consideraba propiedad mueble (una casa de bienes muebles), como lo demuestra la reubicación de la villa de Espåby en 1557: los edificios simplemente se desmontaban, se transportaban a un nuevo lugar y se volvían a armar. También era común reemplazar troncos individuales dañados por podredumbre seca según sea necesario.
El Museo de la Madera en Trondheim, Noruega, muestra catorce perfiles tradicionales diferentes, pero se utilizó una forma básica de construcción de troncos en todo el norte de Europa y Asia y luego se importó a América.
La construcción del tronco fue especialmente adecuada para Escandinavia, donde los troncos de árboles rectos y altos (pino y abeto) están disponibles. Con herramientas adecuadas, una cabaña de madera puede ser construida desde cero en días por una familia. Como no se trata de una reacción química, como el endurecimiento del mortero, se puede erigir una cabaña de troncos en cualquier clima o estación. Muchas ciudades más antiguas en el norte de Escandinavia se han construido exclusivamente con casas de troncos, que han sido decoradas con paneles de madera y paneles de madera. Hoy, la construcción de cabañas de madera modernas como casas de recreo es una industria completamente desarrollada en Finlandia y Suecia. Las cabañas de troncos modernas a menudo cuentan con aislamiento de fibra de vidrio y se venden como kits prefabricados fabricados en una fábrica, en lugar de hechos a mano en el campo como antiguas cabañas de troncos.
Las cabañas de troncos se construyen principalmente sin el uso de clavos y, por lo tanto, derivan su estabilidad del simple apilamiento, con solo unas pocas juntas de espigas para el refuerzo. Esto se debe a que una cabaña de troncos tiende a comprimirse ligeramente a medida que se asienta, en unos pocos meses o años. Las uñas pronto se desalinearían y se romperían.
Colonos europeos en los Estados Unidos
En los actuales Estados Unidos, los colonos pueden haber construido cabañas de madera en 1638. Los historiadores creen que las primeras cabañas construidas en América del Norte se encontraban en la colonia sueca de Nya Sverige (Nueva Suecia) en los valles del río Delaware y Brandywine River. Muchos de sus colonos eran en realidad Finlandeses del Bosque, porque Finlandia era una parte integrada de Suecia en ese momento. Nueva Suecia existió brevemente antes de convertirse en la colonia holandesa de Nueva Holanda, que más tarde se convirtió en la colonia inglesa de Nueva York. Las técnicas de construcción rápidas y fáciles de los colonos sueco-finlandeses no solo se mantuvieron, sino que se extendieron.
Más tarde, los inmigrantes alemanes y ucranianos también usaron esta técnica. Los colonos británicos contemporáneos no tenían tradición de construir con troncos, pero rápidamente adoptaron el método. Los primeros colonos ingleses no utilizaron ampliamente las cabañas de troncos, construyendo formas más tradicionales para ellos. [3] Pocas cabañas de madera que datan del siglo 18 todavía se mantienen, pero a menudo no fueron pensadas como viviendas permanentes. Posiblemente la casa de troncos más antigua que sobrevive en los Estados Unidos es la Casa de Registro C. A. Nothnagle (hacia 1640) en Nueva Jersey. Los colonos a menudo construían cabañas de troncos como hogares temporales para vivir mientras construían casas más grandes y permanentes; luego, a menudo usaban las cabañas de troncos como edificios anexos, como graneros o gallineros.
Las cabañas de troncos a veces estaban talladas en el exterior para poder aplicar el revestimiento; también pueden ser tallados en el interior y cubiertos con una variedad de materiales, que van desde yeso sobre listón hasta papel tapiz.
Edificios de troncos tradicionales en América del Norte
Las cabañas de troncos se construyeron a partir de troncos dispuestos horizontalmente y enclavados en los extremos con muescas (articulaciones de dientes ingleses ingleses). Algunas cabañas de troncos se construyeron sin muescas y simplemente se clavaron juntas, pero esto no era tan sólido desde el punto de vista estructural. Los métodos modernos de construcción permiten este atajo.
El aspecto más importante de la construcción de la cabina es el sitio sobre el que se construyó la cabina. La selección del sitio tenía como objetivo proporcionar a los habitantes de la cabina tanto la luz del sol como el drenaje para que estuvieran en mejores condiciones para hacer frente a los rigores de la vida en la frontera. La selección adecuada del sitio colocó la casa en el lugar más adecuado para administrar la granja o el rancho. Cuando los primeros pioneros construyeron cabañas, pudieron «seleccionar con precisión» los mejores troncos para las cabañas. Estos eran árboles viejos con pocos miembros (nudos) y rectos con una pequeña conicidad. Dichos registros no necesitan ser tallados para encajar bien. Una muesca cuidadosa minimizó el tamaño de la brecha entre los troncos y redujo la cantidad de tintineo (barras o rocas) o manchas (barro) necesarias para llenar el espacio. La longitud de un tronco generalmente era la longitud de una pared, aunque esto no era una limitación para la mayoría de los buenos constructores de cabina.
Las decisiones tenían que tomarse sobre el tipo de cabina. Los estilos varían mucho de una parte de los EE. UU. A otra: el tamaño de la cabina, el número de historias, el tipo de techo, la orientación de las puertas y las ventanas deben tenerse en cuenta cuando se diseña la cabina. Además, se tuvo que considerar la fuente de los troncos, la fuente de piedra y el trabajo disponible, ya sea humano o animal. Si las fuentes de madera estuvieran más alejadas del sitio, el tamaño de la cabina podría ser limitado.
Las esquinas de la cabina a menudo se colocaron sobre piedras grandes; si la cabaña era grande, se usaron otras piedras en otros puntos a lo largo del alféizar (tronco inferior). Como generalmente se cortaban en el alféizar, los umbrales también se sostenían con roca. Estas piedras se encuentran debajo de las esquinas de muchas cabañas del siglo XVIII a medida que se restauran. Las cabinas se colocaron sobre cimientos para mantenerlas fuera del suelo húmedo, pero también para permitir el almacenamiento o los sótanos que se construirán debajo de la cabina. Las cabañas con pisos de tierra no necesitaban cimientos.
Las cabañas fueron construidas usando una variedad de muescas. Las muescas pueden variar tanto dentro de los grupos étnicos como entre ellos. Las muescas a menudo variaban en un solo edificio, por lo que sus estilos no eran concluyentes. Un método común en el valle del río Ohio en el suroeste de Ohio y el sudeste de Indiana es el método Block House End, un ejemplo de esto se encuentra en la Casa David Brown.
Algunos edificios más antiguos en el Medio Oeste de los Estados Unidos y las praderas canadienses son estructuras de troncos cubiertas con tablillas u otros materiales. Las cabañas del siglo XIX usadas como viviendas se enlucían ocasionalmente en el interior. La cabaña O’Farrell (hacia 1865) en Boise, Idaho, había respaldado el papel tapiz utilizado sobre el periódico. El C.C.A. La cabaña de Christenson en Ephraim, Utah (alrededor de 1880) estaba enlucida sobre una manta de sauce.
Las cabañas de madera alcanzaron su máximo de complejidad y elaboración con las cabañas de estilo Adirondack de mediados del siglo XIX. Este estilo fue la inspiración para muchas logias del Servicio de Parques de los Estados Unidos construidas a fines del siglo XIX y principios del XX. La construcción de la cabaña de troncos nunca se extinguió o cayó en desgracia. Fue superado por las necesidades de un creciente Estados Unidos urbano. Durante la década de 1930 y la Gran Depresión, la Administración de Roosevelt dirigió el Cuerpo de Conservación Civil para construir log lodges en todo el oeste para su uso por el Servicio Forestal y el Servicio de Parques Nacionales. Timberline Lodge en Mount Hood en Oregon era una estructura de troncos tal, y fue dedicada por el presidente Franklin D. Roosevelt.
En 1930, la cabaña de madera más grande del mundo se construyó en un complejo privado en Montebello, Quebec, Canadá. A menudo descrito como un «castillo de troncos», sirve como el hotel Château Montebello.
La versión moderna de una cabaña de troncos es la casa de troncos, que es una casa construida generalmente con troncos molidos. Los registros son visibles en el exterior y algunas veces en el interior de la casa. Estas cabañas son de fabricación masiva, tradicionalmente en países escandinavos y cada vez más en Europa del Este. Los troncos rectificados al cuadrado están precortados para un fácil montaje. Las casas de troncos son populares en las áreas rurales, e incluso en algunos lugares suburbanos. En muchas comunidades turísticas en el oeste de los Estados Unidos, las casas de troncos y piedras que miden más de 3.000 pies cuadrados (280 m2) no son infrecuentes. Estas casas de troncos «kit» son uno de los mayores consumidores de troncos en el oeste de los Estados Unidos.
En los Estados Unidos, las casas de madera han incorporado un enfoque tradicional a la construcción de viviendas; uno que ha resonado a lo largo de la historia de los Estados Unidos. Es especialmente interesante descubrir que, en el mundo actual, las casas de troncos representan una tecnología que permite construir una casa con un alto grado de sostenibilidad. De hecho, con frecuencia se considera que las casas de madera están a la vanguardia del movimiento de construcción ecológica.
Los graneros de cuna eran un tipo de granero popular que se encuentra en todas las regiones del sur y sureste de EE. UU. Los graneros de cuna eran especialmente omnipresentes en los estados Apalaches y Ozark Mountain de Carolina del Norte, Virginia, Kentucky, Tennessee y Arkansas.
En Europa, las cabañas de troncos modernas a menudo se construyen en jardines y se usan como casas de verano, oficinas en el hogar o como una habitación adicional en el jardín. Las casas de verano y las cabañas a menudo se construyen a partir de troncos en el norte de Europa.
El tintineo se refiere a una amplia gama de mortero u otros materiales de relleno utilizados entre los troncos en la construcción de cabañas de troncos y otras estructuras de paredes de troncos. Tradicionalmente, musgos secos, como Pleurozium schreberi o splendens Hylocomium, se utilizaron en los países nórdicos como un aislante entre los registros. En los Estados Unidos, los Chinks eran piedras pequeñas o mazorcas de maíz o de madera embutidas entre los troncos.
Actualemente, un creciente interés por la vida folk y sosegada (a menudo asociada a un estilo de vida de la generación millennial), ha puesto de moda la cabaña de madera. Esta, con un estilo más de tienda de campaña canadiense, se puede encontrar de manera abundante en Estados Unidos, en estados como Washington, y se ubican en plena naturaleza, en bosques de grandes sequoias sirviendo de escenario para miles de instagramers.
Techumbre
Las cabañas de troncos se construyeron con una estructura de techo de correa o una estructura de techo de vigas. Un techo de correa consiste en troncos horizontales que tienen muescas en los troncos de la pared de aguilón. Los últimos se acortan progresivamente para formar el característico extremo del hastial triangular. La pendiente del techo se determinó por la reducción en el tamaño de cada tronco de pared de aguilón, así como por el número total de troncos de pared de aguilón. Las cabañas con techos planos podrían tener solo 2 o 3 troncos de pared de aguilón, mientras que los techos empinados podrían haber tenido tantos troncos de pared de dique como una historia completa. Los problemas relacionados con el alero del alero y un porche también influyeron en el diseño de la cabina.
La decisión sobre el tipo de techo a menudo se basó en el material para techar como la corteza. La madera molida generalmente era la opción más popular para techos de vigas en áreas donde estaba disponible. Estos techos tipifican muchas cabañas de troncos construidas en el siglo XX, con vigas de 2 × 4 totalmente cortadas cubiertas con tejas de pino y cedro. Los techos de correas que se encuentran en entornos y lugares rurales, donde no se disponía de madera molida, a menudo estaban cubiertos con tejas largas tejidas a mano.
Cabañas de madera: un refugio personal
Una cabaña de troncos es una vivienda construida con troncos, especialmente una estructura menos acabada o arquitectónicamente sofisticada. Las cabañas de madera tienen una historia antigua en Europa, y en América a menudo se asocian con la construcción de viviendas de primera generación por los colonos.
Si vives en la ciudad, pero deseas tener un refugio personal en el campo o la montaña. Lo mejor que puede hacer es construir una cabaña de madera en esa extensión de terreno que tienes disponible ne el campo. No hay mejores vacaciones que unas que te acerca a la naturaleza; podrás volver a tu «refugio» cuando necesites tomarte un respiro y cargar pilas.
Una cabaña hecha de madera puede parecer bastante fácil de construir, pero realizarla con diseño y creando un espacio funcional es sumamente complejo. La sencillez de la complejidad. Debido a esto, la mano fina en el diseño, la elaboración de los planos, y la preparación y la planificación en la construcción, serán vitales para conseguir el resultado deseado. Aparte de esto, el diseño de la cabaña debe ser lo suficientemente resistente y funcional para refugiarte de los elementos exteriores.
Las cabañas de madera fueron muy populares durante el siglo XVII, especialmente en regiones en las que la madera no era un problema y disponían de grandes bosques.
La base se construyó con madera colocada horizontalmente y se bloqueó de forma segura en los extremos a través de muescas. Construir el techo era más difícil debido a que hay muchos diseños posibles a considerar, como el espacio superior arriba, así como, si habrá un porche que debe integrarse en el diseño de la cabaña.
Posteriormente, estas cabañas se decoraban en el interior para que fueran más cómodas y para agregar una protección adicional contra el frío. Durante el final del siglo XVIII, las cabañas se comenzaron a construir en serie y la cabaña de madera se conoció más tarde como casas de madera. Las casas de madera tienen diseños más sofisticados y las cabañas de madera se usaron más tarde como almacenes o refugio de animales.
Proteger una cabaña del clima frío o lluvioso es siempre un desafío. El revestimiento de las paredes interiores y exteriores es un detalle constructivo importante. Los materiales de revestimiento pueden incluir yeso y otro tipo de materiales que provean adicionalmente de aislamiento. La clave es usar suficiente yeso para evitar que los vientos fríos entren dentro y proteger el espacio interior de la humedad en la temporada de invierno.
Por otro lado, los revestimientos refrescarán el interior al no atrapar el calor durante los días soleados de la temporada de verano. La calidez de vivir dentro de una cabaña de madera será más apreciada durante el verano cuando el olor de la madera complementa los brillantes rayos del sol en la mañana.